TORRE DE BABEL

La torre de Babel es la primera gran obra de ingeniería registrada en la Biblia diseñada por el ser humano, descartando el arca que Dios mandó construir a Noé, ya que el diseño del arca fue dado por Dios mismo. La construcción de la torre de Babel se comenzó poco después del diluvio.¹

Babel fue una iniciativa humana, en clara desobediencia a Dios, que había ordenado esparcirse por toda la tierra y no establecerse en un único lugar.² Fue un proyecto consolidado por un grupo rebelde a Dios, dirigidos por su rey Nimrod, el primer poderoso³, con el objetivo de ser conocidos en el mundo. Escogieron una gran planicie para habitar en ella. Construyeron una ciudad, y concibieron la idea de edificar una enorme torre que llegara hasta el cielo, para poder vivir juntos en la ciudad y en la torre, y no ser dispersados jamás. Pensaban que estarían seguros en caso de otro diluvio, pues la torre que iban a construir se elevaría a una altura superior a la que habían alcanzado las aguas en ocasión del diluvio.

Construida con ladrillo cocido a fuego y con brea, pretendía ser robusta y duradera.⁴ Desconocemos las dimensiones, pero el hecho de que fuera concebida para albergar una parte de la ciudad en vertical, nos da una idea de tan monumental obra. Los constructores se exaltaron a sí mismos frente a Dios. Pero él no permitiría que completaran su obra. Es interesante observar que fue Dios mismo quien paró la construcción de la torre y de la ciudad, y lo hizo confundiendo los idiomas de los trabajadores, imposibilitando así el desarrollo del proyecto.⁵ Precisamente “confusión” es el significado de la palabra Babel, pues hasta entonces toda la tierra hablaba una misma lengua. A partir de ese momento se separaron entre sí y se esparcieron por toda la tierra.⁶

Referencias Bíblicas:

1. Génesis 11: 4
2. Génesis 9: 7
3. Génesis 10: 9, 10
4. Génesis 11: 3
5. Génesis 11: 7, 8
6. Génesis 11: 9