TABLAS DE LA LEY

La travesía del desierto (heb: midbar, lugar donde Dios habla) de Egipto a Canaán del pueblo de Israel, tiene un punto intermedio, el Sinaí, lugar de encuentro personal de Dios (Yahvé) con su pueblo en formación. Es el lugar donde un Dios real se comunicará de forma real con su pueblo. Éxodo 19: 5-6 dice: “Ahora pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi pacto, entonces vosotros seréis objeto de mi predilección entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra, y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa. Estas son las palabras que hablarás a los hijos de Israel.” El comienzo del proceso de comunicación verbal de Dios se describe con la siguiente idea: “Y habló ’Elohim todas estas palabras, diciendo…”¹, a lo que le sigue un recordatorio del proceso histórico que les ha llevado a ese lugar: “Yo soy YHVH tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos”², y culminando oyendo la voz de Dios, que se hace presente a través de los Diez Mandamientos. Atrás, quedaban la esclavitud y la opresión; delante, la libertad interior que Dios les proporcionaba a través de sus instrucciones, los Diez Mandamientos, la ley escrita por el mismo dedo de Dios en tablas de piedra, con la intención de ayudar a su pueblo a ser su tesoro en la tierra.

1ª Palabra: No tendrás otros dioses delante de mí.

2ª Palabra: No te harás estatua, ni imagen semejante de lo que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos ni los servirás, porque Yo soy YHVH tu Dios, Dios celoso, que visita la iniquidad de padres sobre hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que le aborrecen, pero hace misericordia a millares de los que le aman y guardan sus mandamientos.

3ª Palabra: No tomarás el nombre de YHVH tu Dios en vano, porque YHVH no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano.

4ª Palabra: Acuérdate del día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu labor, pero el séptimo día es sábado para YHVH tu Dios. No harás labor alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu animal, ni tu extranjero que está dentro de tus ciudades. Porque en seis días hizo YHVH los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por tanto YHVH ha bendecido el día del sábado y lo ha santificado.

5ª Palabra: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que YHVH tu Dios te da.

6ª Palabra: No asesinarás

7ª Palabra: No adulterarás

8ª Palabra: No robarás

9ª Palabra: No declararás testimonio falso contra tu prójimo.

10ª Palabra: No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.³

Dios está diseñando un pueblo especial con una forma de vivir especial, sabiendo establecer de forma correcta todas las posibles relaciones: Dios-Hombre y Hombre-Hombre. Tras la comunicación de Dios, el pueblo tiene una identidad proveniente de Dios y un proyecto de vida: ahora sabe establecer todo tipo de relaciones siguiendo las instrucciones de Dios.⁴

Referencias Bíblicas:

1. Éxodo 20: 1
2. Éxodo 20: 2
3. Éxodo 32: 18
4. Éxodo 20: 3-17