PESOS Y MEDIDAS

Los judíos que regresaron a una Jerusalén destruida, tuvieron que utilizar varios instrumentos de medida para la reconstrucción: plomada, cordel, vara, etc. La primera mención en la Biblia acerca de la medición de las cosas es la medición del tiempo en los seis días de la creación, en días de 24 horas, medidos por el tiempo de rotación de la tierra, la tarde y la mañana¹ y el ciclo semanal, al añadir el sábado, día santo, el séptimo día de la creación.² El año y las estaciones son otras de las primeras medidas que Dios da al hombre.³ Dios es el inventor de los pesos y medidas de todo tipo: longitud, altura, anchura, superficie, volumen, etc.⁴ En la Biblia se nos habla de algunos conceptos, en relación a esto, muy avanzados para su tiempo, que no se estudiaron ni se comprendieron hasta muchos siglos después. Dios da peso al viento y fija la medida de las aguas.⁵ Dios hace la tierra redonda y nos lo dice.⁶ Dios sabe como está hecho el ser humano, pues Él lo hizo y sabe qué instrucciones tiene en su organismo para su crecimiento, el Código Genético, pues Él lo colocó allí⁷ mucho antes de que el hombre lo descubriera. Dios tiene contados todos los pelos de nuestra cabeza mucho antes de que aprendiéramos a contar.⁸ Dios sabe cuantos serán los días de nuestra vida y lo frágiles que somos.⁹ Pero Él está fuera de toda medida y de todo tiempo.¹⁰

Como Dios es santo, justo y bueno, quiere que nosotros sus hijos seamos como Él¹¹ y que nuestras medidas y nuestros pesos sean buenos y justos, no falseados¹², porque Él aborrece lo falso, lo injusto, lo deshonesto.¹³ Quiere que seamos generosos cuando medimos a los demás, porque Él lo es.¹⁴ Dios va más allá incluso de todo lo medible, porque cuando Dios nos mira, “no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón”.¹⁵ Dios desea nuestra restauración a su imagen y semejanza¹⁶, unas medidas que fueron alteradas por el pecado, pero que él quiere restaurar, reconciliarnos a su forma de ser.¹⁷ Su voluntad es que seamos transformados, si nosotros lo deseamos, y lo seremos por la acción del Espíritu de Dios, al mirarle, al contemplarle¹⁸ La medida, el objetivo, la meta a la que desea que vayamos desde ahora está señalada en su palabra: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.¹⁹

Referencias Bíblicas:

1. Génesis 1: 5, 8, 13, 19, 23, 31
2. Génesis 2: 1-4; Éxodo 20: 8-11
3. Génesis 1: 14-18
4. Job 38: 5
5. Job 28: 25; Isaías 40: 12
6. Proverbios 8: 27; Isaías 40: 22
7. Salmos 139: 16
8. Lucas 12: 7
9. Salmos 39: 4, 5
10. Salmos 90: 2-4, 10-12; 139: 1-6; 2 Pedro 3: 8
11. Levítico 19: 2, 35, 36; 1 Crónicas 23: 29
12. Proverbios 16: 11; 11: 1; 20: 10
13. Amós 8: 5
14. Lucas 6: 38; Mateo 7: 2
15. 1 Samuel 16: 7
16. Job 33: 26; Jeremías 15: 19
17. Colosenses 1: 20
18. 2 Corintios 3: 18; Salmos 27: 4; Hebreos 12: 1, 2
19. Efesios 4: 13