LOS 144.000 REDIMIDOS

THE 144000 REDEEMED-LOS 144.000 REDIMIDOSEstas personas, presentadas dos veces en el libro de Apocalipsis, y su número tan raro, llama la atención de muchos y aviva la imaginación, pero la Palabra de Dios no nos dice mucho acerca de ellos o de quienes son exactamente.1 Este es uno de los casos de la Biblia en el que no todo está revelado y que seguramente conocerán mejor los que vivan en el último momento de la historia de este mundo.2 Por eso, sin entrar en conclusiones definitivas, examinemos ahora sólo los datos que se nos dan.

El número debe ser simbólico, puesto que parece poco probable que sean sólo judíos y exactamente 12.000 de cada una de las doce tribus del antiguo Israel.3 Por otro lado, justo cuando se le dan estos datos, Juan, el escritor de Apocalipsis, se vuelve y ve una gran multitud vestida de ropas blancas, de la que dice era “imposible saber su número”.4 Ellos profesan ser hijos de Dios, y son presentados como siguiendo al Cordero por dondequiera que va.5 Pero todos los que sigan al Cordero en el cielo lo habrán seguido antes en la tierra, con una obediencia confiada, amante y dispuesta; lo siguieron no en forma displicente y caprichosa, sino con toda confianza, lealmente, como el rebaño sigue al pastor.6 Uno de los rasgos notables en la presentación de los 144.000 es que “en sus bocas no fue hallada mentira”.7 El Señor ha dicho: “Bienaventurado el hombre… en cuyo espíritu no hay engaño”8, porque Dios rechaza la mentira y los mentirosos no entrarán en el cielo.9 Se presenta este grupo especial como siendo “redimidos de entre toda la gente como los primeros frutos para Dios y para el Cordero”.10 Aparecen como estando en pie sobre el monte Sión, ceñidos para el servicio santo, vestidos de un blanco manto de lino, que es la justicia de los santos.11

Se los presenta también ante el trono de Dios, o sea, en el mar de vidrio o cristal12 y cantan “un cántico nuevo”, un cántico que nadie podía aprender sino ellos. Es el cántico de Moisés y del Cordero, un canto de liberación.13 Es el cántico de su experiencia, una experiencia que ningún otro grupo ha conocido jamás. “Estos son los que han venido de grande tribulación”14; han pasado por el tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha habido nación; han sentido la angustia del tiempo de la aflicción de Jacob; han estado sin intercesor durante el derramamiento final de los juicios de Dios y han sobrevivido porque han sido sellados. No se alejaron del Cordero siguiendo herejías contrarias a la Ley de Dios. Se mantuvieron firmes, fieles y puros en la última gran prueba de este mundo. Por eso se dice de ellos, simbólicamente, que “son los que jamás tuvieron contacto con mujeres, pues son vírgenes”.15 Han emblanquecido sus caracteres, representados por sus vestiduras, en los méritos de Cristo y su sangre derramada en sacrificio por ellos.16 Y también serán sellados en sus frentes por Dios en el último tiempo, como símbolo de protección y de pertenencia, poco antes de la destrucción final de este mundo, antes de que los cuatro vientos sean soltados.17 Finalmente, ellos no padecerán más y estarán disfrutando para siempre de la promesa del “agua de vida”.18

 

Referencias Bíblicas:

  1. Apocalipsis 7: 4, 13, 14; 14: 1
  2. Apocalipsis 1: 3, 19; 22: 6; Efesios 3: 5
  3. Apocalipsis 7: 5-8
  4. Apocalipsis 7: 9
  5. Apocalipsis 7: 17; 14: 1-5; 15: 2
  6. Juan 10: 14-16
  7. Apocalipsis 14: 5
  8. Salmos 32: 2
  9. Juan 8: 44; Tito 1: 2; Ezequiel 13: 9; Apocalipsis 21: 8
  10. Apocalipsis 14: 4
  11. Apocalipsis 19: 8
  12. Apocalipsis 4: 6; 15: 2
  13. Apocalipsis 14: 3; 7: 10; 15: 2-4
  14. Apocalipsis 7: 14
  15. Apocalipsis 14: 4; 17: 15; 19: 2
  16. Hebreos 9: 14; 1 Pedro 1: 2; 1 Juan 1: 7
  17. Apocalipsis 7: 1-4; 14: 1
  18. Apocalipsis 7: 17; 21: 6; 22: 1; Juan 14: 4