ADOBE DE PAJA

Cuando los hebreos residentes en Egipto fueron considerados un peligro, fueron convertidos en siervos y finalmente en esclavos. Habían sido bienvenidos a Egipto cuando José, el hijo de Jacob, fue tan útil para el país. Había una hambruna muy grande en la tierra de Canaán y al llegar a Egipto no les faltó de nada. Les habían regalado la mejor tierra, Gosén, donde vivieron en paz durante muchos años. Ni siquiera tenían que pagar impuestos al estado.¹ Pero pasó esa generación y bastante tiempo después nadie se acordaba de por qué estaban los hebreos allí y se les empezó a considerar peligrosos porque habían crecido tanto en número, que parecían más que los propios egipcios.² En su servidumbre, los hebreos fueron oprimidos con cargas de impuestos y obligados a construir para los egipcios diversas ciudades de almacenaje.³ “Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. Los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con dura servidumbre en la fabricación de barro y ladrillo, en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor”.⁴

En Egipto, el material de construcción más común eran los adobes o ladrillos de barro secados al sol; las paredes de los mejores edificios se construían de este material, y luego se recubrían de piedra, y la fabricación de los ladrillos requería un gran número de siervos. Como el barro se mezclaba con paja, para que se adhiriera bien, se requerían grandes cantidades de este último elemento. Cuando pasado muchos años los hebreos clamaron a dios por su liberación,⁵ Moisés, enviado por Dios, volvió a Egipto para pedir al Faraón la libertad de los hebreos. Como respuesta, el Faraón endureció todavía más las difíciles condiciones de vida y trabajo de ellos, teniendo que buscar ellos mismos el material de trabajo.⁶ Esta orden causó gran consternación entre los israelitas por todos los ámbitos del país. Los comisarios egipcios habían nombrado a capataces hebreos para dirigir el trabajo del pueblo, y estos capataces eran responsables de la producción de los que estaban bajo su cuidado. Cuando la exigencia del rey se puso en vigor, el pueblo se diseminó por todo el país para recoger rastrojo en vez de paja; pero les fue imposible realizar la cantidad de trabajo acostumbrada. A causa del fracaso, los capataces hebreos fueron azotados cruelmente y de nada les sirvieron las protestas.⁷

Referencias Bíblicas:

1. Génesis 45: 9-11, 17-21; 46: 5-7; 47: 4-6, 11-13, 27
2. Éxodo 1: 6-10
3. Éxodo 1: 11
4. Éxodo 1: 12-14
5. Éxodo 2: 23-25
6. Éxodo 5: 6-8
7. Éxodo 5: 10-19