RELOJ DE SOL

051-RELOJ DE SOLDesde tiempos muy antiguos siempre se han usado instrumentos inventados por el hombre para medir el paso del tiempo. Se han conocido distintas variedades de relojes de agua, de aire, de sol, de arena y de otras clases no conocidas. Relojes calendarios pueden encontrarse en muchas civilizaciones antiguas, incluyendo la babilónica, griega, egipcia y romana. Los primeros relojes de sol aparecieron unos 3.500 años a. C., en Egipto. Los hay de muchas formas. En la Biblia se habla de un reloj de sol muy especial en forma de escalera, y se tiene referencia del mismo objeto en la Biblia en dos ocasiones. Es el reloj de sol de Acaz1, llamado “cuadrante de Acaz” o “escalera de Acaz”. En el texto hebreo se le llama también “la hora de la piedra”. El tiempo se medía con la sombra marcando los “grados”. La palabra grados se refiere a los pasos o peldaños de la escalera.2

En medio de su próspero reinado, el rey Ezequías, rey de Judá e hijo de Acaz, se vio repentinamente aquejado de una enfermedad fatal. Estaba “enfermo para morir” y no había ningún remedio humano para su caso. Parecía perdido el último vestigio de esperanza, cuando el profeta Isaías se presentó ante él con el mensaje: “Jehová dice así: Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás”.3 Ezequías lloró con gran llanto. Desde los tiempos de David, no había reinado rey alguno que hubiese obrado tan poderosamente para la edificación del reino de Dios en un tiempo de apostasía y desaliento. El moribundo rey había servido fielmente a su Dios, y había fortalecido la confianza del pueblo en Jehová como su Gobernante supremo. Dios oyó la oración de su siervo4 y a través de Isaías, le dijo que añadiría a sus días quince años más. El profeta ordenó que al rey se le pusiese una masa de higos sobre la parte enferma. Como Moisés y como Gedeón, el rey Ezequías rogó que se le concediese una señal de que el mensaje provenía del cielo. Se le dio a elegir entre que la sombra del sol avanzara diez grados, o retrocediera diez grados. Ezequías respondió: “Fácil cosa es que la sombra decline diez grados, pero no que la sombra vuelva atrás diez grados”.5 Únicamente por intervención divina podía la sombra del cuadrante retroceder diez grados; y así sucedió cuando el profeta Isaías clamó a Dios y la sombra volvió atrás por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.

 

Referencias Bíblicas:

  1. Isaías 38: 8
  2. 2 Reyes 20: 11
  3. Isaías 38: 1
  4. 2 Reyes 20: 2, 3
  5. 2 Reyes 20: 10