TRONO DE SALOMÓN

048-TRONO DE SALOMONSalomón había sucedido a David su padre en el trono de Israel. Dios le honró muchísimo, y sabemos que Salomón llegó a ser más tarde el mayor, el más rico y el más sabio de los reyes que se hayan sentado sobre un trono terrenal, y ¡qué trono! Era un gran trono de marfil1, recubierto de oro purísimo. Tenía seis gradas, el estrado era también de oro  y la parte alta del trono era redonda por el respaldo, con brazos a uno y otro lado del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones. Había también doce leones puestos allí sobre las seis gradas, de un lado y de otro. ¡En ningún otro reino se había hecho un trono semejante! Salomón tenía riquezas en abundancia más que ningún otro rey2: Oro, plata, piedras preciosas, joyas, maderas nobles, especias, animales, comida, instrumentos musicales, ejército, carros, caballos, armas, barcos, palacios, el magnífico templo. La reina de Sabá dijo que no se le había contado ni la mitad de lo que vio. Su sabiduría y sus bienes superaban la fama que había oído.3

El Señor se le apareció a salomón en un sueño, y le dijo: “Pide lo que quieras que yo te dé”.4 Fue en esa circunstancia cuando Salomón expresó su incapacidad como la de un niño5 y pidió la ayuda divina. Pidió un corazón dócil para juzgar al pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo. A Dios le agradó que Salomón pidiese esto.6 Dios le dijo que porque no había pedido para si muchos años de vida, ni riquezas, ni la vida de sus enemigos, sino que pidió inteligencia para oír juicio, Dios lo hacía conforme a sus palabras y le dio un corazón sabio y entendido, tanto que no había habido ninguno antes como él, ni después de él habría otro igual. Pero, por añadidura le daría también todas las cosas que no pidió. Ahora bien, le puso como condiciones que anduviera en sus caminos, guardando sus estatutos y sus mandamientos, como anduvo David su padre, y por eso, además le alargaría su vida.

Si Salomón hubiese continuado sirviendo al Señor con humildad, Dios le habría confirmado en su trono7 y todo su reinado habría ejercido una poderosa influencia para el bien sobre las naciones circundantes, que habían recibido una impresión tan favorable del reinado de David su padre y de las sabias palabras y obras magníficas realizadas durante los primeros años de su propio reinado. Pero después de un amanecer muy promisorio, su vida quedó obscurecida por la apostasía. La historia registra el triste hecho de que el que había sido llamado Jedidiah, “Amable a Jehová”8, el que había sido honrado por Dios con manifestaciones de favor divino tan notables que su sabiduría e integridad le dieron fama mundial; el que había inducido a otros a loar al Dios de Israel, se desvió del culto de Jehová para postrarse ante los ídolos de los paganos, aunque hacia el final de sus días se arrepintió de su mal camino.9

 

Referencias Bíblicas:

  1. 1 Reyes 10: 18-20
  2. 2 Crónicas 9: 13-26; 1 Reyes 10: 14-29
  3. 1 Reyes 10: 6, 7
  4. 1 Reyes 3: 5
  5. 1 Reyes 3: 7
  6. 1 Reyes 3: 8-14
  7. 2 Crónicas 7: 17, 18
  8. 2 Samuel 12: 25
  9. 1 Reyes 11: 1-6; Nehemías 13: 26; Eclesiastés 2: 4-18