EL SANTUARIO Y SU MOBILIARIO

035-EL SANTUARIO Y SU MOBILIARIOEl santuario de Israel, sus muebles, su sistema de sacrificios, los sacerdotes y todo su ritual, eran una lección, una clara ilustración del plan de Salvación que Dios tenía preparado. Después de salir de la esclavitud de Egipto, el pueblo de Israel llegó en su éxodo hasta el desierto del Sinaí, acampando al pie del monte Sinaí. Allí, entre otras cosas, Dios le dijo a Moisés que debía construirle un santuario.1 Dios le mostró un modelo2, incluso le indicó las medidas y los materiales que debía usar.3 Años más tarde, de la misma manera, David recibió de Dios las indicaciones para la construcción de un templo más amplio4, que finalmente construyó su hijo Salomón5; y un tercer santuario fue construido al regreso del exilio en Babilonia.6 El mobiliario de todos estos templos, aunque con diferencias en el número y posición, es similar y tiene el mismo significado. Básicamente, estos tres santuarios eran una representación del verdadero santuario, el celestial, hecho por Dios mismo7 y que Dios mostró como modelo8; y el santuario terrenal, junto con sus muebles y el ministerio sacerdotal, eran figuras de las cosas celestiales.9 El edificio del santuario, también llamado tabernáculo, tenía dos secciones10: primero, el lugar santo, y más adentro, el lugar santísimo.

1) En la primera parte del santuario, en el lugar santo, se encontraba:

–       La mesa para el pan de la proposición11, sobre la cual se colocaban los panes de la proposición

–       El candelabro12

–       El altar del incienso13

2) En la segunda parte del santuario, en el lugar santísimo, se encontraba:

–       El Arca de la Alianza14, con el propiciatorio15, que era la cubierta del Arca

Había otro elemento especial dentro del santuario, el incensario de oro16, que utilizaba el sumo sacerdote una vez al año, en el día de la expiación17 y que era como un pequeño altar del incienso portátil, pues utilizaba los mismos elementos y con los mismos fines, pero en el lugar santísimo, sobre el propiciatorio.

Una tercera parte del santuario era el patio exterior, el atrio18, que rodeaba el edificio del tabernáculo. En el atrio, había otros dos elementos del mobiliario del santuario:

–       El altar del holocausto19

–       La fuente de bronce20

El ministerio del santuario consistía en dos partes: un servicio diario y otro anual. El ritual del servicio diario se efectuaba en el altar del holocausto, en el atrio del tabernáculo, y en el lugar santo; mientras que el ritual del servicio anual estaba más relacionado con el lugar santísimo, donde se entraba sólo una vez al año y sólo el sumo sacerdote, en el llamado Día de la Expiación, aunque parte del servicio era también en el atrio y en el lugar santo.

El servicio diario consistía en el holocausto matutino y el vespertino. En cada ocasión se sacrificaba un cordero21, que representaba a Cristo y su muerte en nuestro lugar. Este acto simbolizaba la consagración diaria a Dios de toda la nación y su constante dependencia de la sangre expiatoria de Cristo. También mañana y tarde, en el altar de oro, se ofrecía el incienso, que ascendía con las oraciones del pueblo y que representa los méritos y la intercesión de Cristo, su perfecta justicia, la cual por medio de la fe se acredita a su pueblo. También se ofrecía una torta de pan y se libaba mosto. Además de esos sacrificios diarios, llamado holocausto continuo, había otros sacrificios especiales por los pecados individuales. Cada pecador llevaba su animal y debía matarlo él mismo, después de confesar sus pecados sobre él.22 Así, el animal moría en su lugar, representando a Cristo, nuestro Sustituto. La sangre del animal debía ser recogida y llevada al interior. Simbólicamente, los pecados entraban así al Santuario.

En el servicio anual, el día de la expiación, el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo para limpiar el santuario y sacar de allí los pecados.23 Sólo el sumo sacerdote podía entrar allí, y sólo una vez al año. Ese día se sacrificaba un macho cabrío como ofrenda por el pueblo y que representaba a Cristo. Su sangre era llevada al interior, hasta el mismo propiciatorio. Todo esto representa el momento del juicio final y de la purificación del pueblo de Dios.24 Otro macho cabrío, representando a Satanás, el originador e instigador del pecado, era llevado al desierto después de depositarse sobre él los pecados limpiados y sacados del santuario.25 Eso significa que Satanás sufrirá el castigo final por sus acciones. En el momento del juicio final, en virtud de la sangre expiatoria de Cristo, los pecados de todos los que se hayan arrepentido sinceramente serán borrados de los libros celestiales.26 En cambio, sus nombres permanecerán en el libro de la vida.27 Los nombres de los que no se hayan arrepentido serán borrados de allí.28 En esta forma, el santuario celestial, será liberado, o limpiado, de los registros del pecado.29 Cristo, como sumo sacerdote y ministro del santuario celestial, comenzó su ministerio de intercesor al ascender al cielo. Esto era representado por el servicio diario. Desde el momento fijado por las profecías30, comenzó la segunda parte de su ministerio, en la que, a su ministerio intercesor, sumó la realización del juicio.31 Esta parte especial, era simbolizada por lo que se realizaba en el servicio anual del santuario terrenal. Cuando acabe esta obra final, volverá por segunda vez32 a buscar a sus hijos para llevárselos con él para siempre.33

El mobiliario del santuario:

La mesa: era pequeña y estaba hecha de madera de acacia recubierta de oro puro. Tenía una moldura alrededor y una cornisa de oro. Tenía también cuatro anillos de oro en las cuatro esquinas donde estaban las patas. En ellos se introducían las varas de madera de acacia para llevar la mesa. Sobre la mesa estaba el pan de la proposición34, doce panes o tortas preparados con “flor de harina”35 y dispuestos en dos montones de seis panes.36 Encima de cada montón había un tazón con incienso37, que sólo se ofrecía a la Divinidad. Los panes se cambiaban cada sábado38 y eran considerados ofrenda encendida.39 También había platos y tazas y cucharas para la libación40, acto que se realizaba con vino sin fermentar, o sea mosto. Nada fermentado o con levadura entraba en el santuario.41 El mosto libado, o derramado, representa la sangre de Cristo, sin pecado y derramada por nosotros. La mesa era como el trono de Dios y estaba orientada hacia el norte. El pan sin levadura, igual que el maná, representa a Cristo, su vida sin pecado y su ministerio en nuestro favor. “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre”.42 Los dos montones iguales representan al Padre y al Hijo, juntos en el plan de salvación y sentados en su trono, donde Cristo se sentó a la diestra del Padre cuando ascendió.43 Cristo, como sacerdote, está junto al Padre.44 Cristo es el único mediador entre Dios y el hombre.45

El candelero: Era de oro puro labrado a martillo. De la caña central salían seis brazos, tres brazos a cada lado, rematados todos con copas en forma de flor de almendro, manzanas y flores. Todo era de una pieza, labrada a martillo, de oro puro. Se utilizó para el candelero “un talento de oro fino” y se hizo “conforme al modelo” que Moisés vio “en el monte”.46 Sólo se utilizaba aceite puro de oliva para encender el candelabro. Las copas de los siete brazos estaban inclinadas hacia delante, para que alumbrasen hacia la mesa.47 El aceite representa al Espíritu Santo, iluminando la obra de Cristo como mediador.

El altar del incienso: Era el lugar destinado para quemar el incienso ofrecido a Dios mañana y tarde en el servicio diario del Santuario, por eso se conocía como altar del incienso o altar de oro, que era el altar de la intercesión perpetua. Era de madera de acacia, y tenía apenas medio metro de lado y  unos 90 cm de alto. Tenía cuatro cuernos, uno en cada esquina como parte del mismo, todo cubierto de oro puro. Tenía en derredor una cornisa de oro y dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con las que era transportado. El altar estaba colocado justo delante del velo que separaba el lugar santo del lugar santísimo. Sobre él se quemaba el incienso aromático48 con el fuego sagrado. También tenía anillos y varas. Las varas también eran de madera de acacia, pero en este caso, recubiertas de oro. El altar representa la intercesión constante de Cristo en nuestro favor y su misericordia ofrecida por nosotros. En el servicio anual, el día de la expiación, se limpiaban sus cuernos49, al igual que los lugares santos, simbolizando el juicio y la obra final de Cristo por su pueblo.

El Arca de la Alianza o Arca del Pacto: En el lugar  santísimo se encontraba el Arca de la Alianza, realizada en madera de acacia y cubierta de oro puro por dentro y por fuera. Era como un baúl de algo más de un metro de largo y algo más de medio metro de ancho y alto. En el Arca se encontraba el testimonio, las tablas de piedra con los diez mandamientos; además había una urna con maná y la vara de Aarón.50 Sobre el Arca había una cubierta de oro fino, llamada el propiciatorio y que tenía una cornisa de oro puro alrededor. Dos querubines de oro, labrados a martillo velaban en los dos extremos del propiciatorio con las alas extendidas.51 Por encima del propiciatorio y del lugar donde se encontraba la ley de Dios, se manifestaba, como en una nube, la presencia de Dios, la “shekinah”. Desde allí, Dios daba a conocer su voluntad y daba instrucciones para el pueblo de Israel.52 La ley es la regla de conducta y también del juicio. La ley determina la muerte del pecador, pero en virtud de la expiación se otorga el perdón al pecador. Así, Cristo, nuestro abogado y sumo sacerdote, realiza su obra a favor de nuestra redención, simbolizada por el servicio del santuario, tanto el diario como el anual. De esta manera, “la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron”.53

El altar del holocausto: En el atrio y cerca de la entrada, se hallaba el altar de bronce del holocausto, el altar que representa la expiación continua. En este altar se consumían todos los sacrificios que, cada día debían ofrecerse por medio del fuego al Señor y sobre sus cuernos, se rociaba la sangre expiatoria cada día en el servicio diario. El altar es un símbolo de la cruz, donde fue sacrificado Cristo, el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.54

La fuente de bronce: Entre el altar y la puerta del tabernáculo estaba la fuente de bronce. En ella los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies cada vez que entraban al interior del santuario55, o cuando se acercaban al altar para ofrecer un holocausto. Representa la purificación, santificación y respeto por las cosas sagradas.

 

Referencias Bíblicas:

  1. Éxodo 25: 8
  2. Éxodo 25: 40
  3. Éxodo 25: 9
  4. 1 Crónicas 28: 19
  5. 1 Crónicas 28: 20; 29: 1; 2 Crónicas 3: 1
  6. Esdras 6: 3
  7. Hebreos 8: 1, 2; 9: 11; 9: 24
  8. Éxodo 26: 30
  9. Hebreos 8: 5; 9: 23
  10. Éxodo 26: 33
  11. Éxodo 25: 23
  12. Éxodo 25: 31
  13. Éxodo 30: 1
  14. Éxodo 25: 10
  15. Éxodo 25: 17
  16. 1 Reyes 7: 50; Apocalipsis 8: 3
  17. Levítico 16: 12
  18. Éxodo 27: 9
  19. Éxodo 27: 1
  20. Éxodo 30: 18
  21. Éxodo 29: 38-43; Números 28: 1-14
  22. Levítico 1: 2-5
  23. Levítico 16: 16, 19
  24. Daniel 7: 9-14
  25. Levítico 16: 21, 22
  26. Apocalipsis 20: 12
  27. Apocalipsis 3: 5
  28. Éxodo 32: 33
  29. Hebreos 9: 23, 24
  30. Daniel 8: 14
  31. Malaquías 3: 5
  32. Hebreos 9: 26-28
  33. Juan 14: 3
  34. Éxodo 25: 23-30
  35. Levítico 24: 5
  36. Levítico 24: 6
  37. Levítico 24: 7
  38. Levítico 24: 8
  39. Levítico 24: 9
  40. Éxodo 37: 16
  41. Levítico 10: 9, 12
  42. Juan 6: 35
  43. Marcos 16: 19
  44. Zacarías 6: 12, 13
  45. 1 Timoteo 2: 5
  46. Éxodo 25: 40
  47. Éxodo 25: 37
  48. Éxodo 30: 1-7
  49. Levítico 16: 18, 20; Éxodo 30: 10
  50. Hebreos 9: 4; Éxodo 16: 33; Números 17: 10
  51. Éxodo 25: 18-20; Éxodo 37: 7-9
  52. Éxodo 25: 10-22
  53. Salmos 85: 10
  54. Juan 1: 29, 36
  55. Éxodo 30: 19-21; 40: 32